Aquí contaré la historia de un simpático señor.
Se trata de un personaje de cabellos rubios y ojos amarillos. Este caballero,
llegó cuando era muy joven. Incluso fue contemporáneo a uno de los integrantes
de la familia felina de casa que murió hace un tiempo.
Apareció casi por arte de magia en mi cama. Llegué un día cargado de juerga y
me encuentro a este señor encima de esta. Estaba siendo sometido a revisión por
el inquilino que en esos tiempos habitaba en mi habitación, otro caballero de
orejas grandes y cola.
Comenzó a inspeccionar toda la pieza y jugar con todo lo que colgara de alguna
parte, muy propio de los gatos. Miraba para todas partes y se mostraba muy
interesado en conocer humanos. No era un tipo cariñoso, pero si gustaba de
estar con estos seres que a veces les hacen tanto daño. Es curioso que
usualmente se les llame “humanos” y se hable de “humanidad”, siendo que estos
mismos olvidan su condición de ser animales también.
Comencé a aplicar todos los cuidados que aprendí de mis anteriores amigos felinos,
y se mostró bastante a gusto conmigo. El problema fue que este personaje, tenía
tendencia a regalar sus necesidades por todos lados. En donde le pareciera
cómodo el vaciaba todo el estanque. Costó mucho que aprendiera a usar su arena.
A lo largo que pasaban los días, iba creciendo y haciéndose muy amigo del
patrón de toda la familia de gatos, un gato llamado Bulla. Comenzaron a
relacionarse y transformarse en muy buenos amigos. Incluso cuando se vieron en
situaciones de riesgo, su amigo Bulla corría a defenderlo o en términos más
coloquiales “prestarle ropa”.
Su nombre, Peluzón, fue puesto por uno de los integrantes de la casa. Esto
debido al comportamiento del gatito. Este es permanentemente muy desordenado y
bueno para andar arriba de los muebles. Es muy juguetón y curioso. Aun así, le
caen muy bien los humanos.
Este gatito fue rescatado de la vía pública, él vivía solo arriba de una
pandereta. Pero tuvo la suerte de ser uno de los tantos gatos que encuentran
una familia que pueda acogerlos. No tiene tanta libertad como el desearía
quizás, pero está mucho mejor que en la calle. No está expuesto a malos tratos
de parte de ningún humano.
Para graficar aún más la historia de este simpático caballero, presentaré a
continuación un video en donde se muestran las actividades diarias y su vida
cotidiana junto a los humanos que habitan esta casa. Espero sea del agrado del
que visite este sitio.
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