Vivir con un gato, es tener un amigo a diario.
Simplemente se le deben dar pequeñas atenciones que a la larga nuestro amigo peludo
siempre nos agradecerá. Cosas tan simples como un poco de comida por la mañana
o un poco de cariño.
Su rutina comienza temprano por la mañana, usualmente piden comida a través de
maullidos. Unos maúllan muy fuerte, otros se limitan netamente a buscar a algún
humano que ellos sospechen que pueda ser de ayuda y comenzar a llamar su
atención mediante acciones físicas. Como pequeños golpes con sus patas.
Se procede a darles comida en su plato único (No es sano que comparta el plato
con otros felinos) y a darles agua. No es sano darles leche, eso es un mito de
la cultura popular. Es cierto, les gusta mucho la leche. Pero les hace mal,
puede incluso causarles la muerte a un gato la ingesta prolongada de este
lácteo. Todo esto por un tema de organismo.
Durante el día, el gato deambula por diversos puntos que el determine según su
grado de interés. Pero un punto a destacar, muchas veces están durmiendo o
echados. Por el hecho de que un gato duerme de 14 a 16 horas diarias. Por eso
principalmente su actividad física no es tanta.
Entrada la tarde, los gatos no piden comida. Pero se les da por un tema de
salud. Se les llama por su nombre y se les deposita comida en su plato. Esto
hace que inmediatamente ellos vengan a donde se encuentra su plato y así se
vayan acostumbrando a su nombre.
Los gatos no tienen consciencia de tener un nombre, simplemente responden a esa
señal por que lo asocian con que posiblemente los vayan a alimentar
prontamente. No son animales que sepan como se llamen o algo así, simplemente
se guían por intereses.
En la noche, ellos usualmente juegan un poco en el exterior de la casa para
posteriormente entrarse. Al entrarse toman algo de agua, juegan un poco y
duermen con el adulto que a ellos les produzca afinidad. Cuando duermen con
humanos, usualmente duermen un promedio de 6 a 8 horas. Para así, despertarse
al otro día para volver a ronronear y alegrar el entorno de quienes lo rodean.
El video de esta entrada, plasma el grado de convivencia que se puede desarrollar
en un gato.
Video: Un gato muy educado
viernes, 7 de diciembre de 2012
Una faceta interesante
Personalmente soy un amante de la música de
forma intensa. Comencé en esto de la música desde muy niño. Siempre me gustó la
música y sus ritmos más extremos. Por allá por el lejano 2000 me interesó la
música y como hacer música. Y en esos años de educación básica me interesaron
los sonidos más afilados de origen anglosajón.
He tenido una expedición bastante larga con la música a lo largo de mis años. Aprendí a tocar instrumentos con los años y tuve bandas etc. Es algo a lo que quiero dedicarme profesionalmente, pero esas aspiraciones personales, son para otro momento. Quizás para otro blog jejeje.
Acá lo que nos convoca son los gatos, y estos son bastante curiosos cuando se les presentan instrumentos musicales de por medio. Es cosa de recordar cuando muchos de los que han vivido en mi casa conocieron mis guitarras. Ellos, muy curiosos, de forma inmediata comenzaron a oler las cuerdas. Hasta que tuvieron el valor para tocar una cuerda con sus patas, el resultado fue el haber quedado estupefactos con el sonido.
Más adelante comenzaron a subirse a los amplificadores a tratar de explicarse por qué ese cuadrado elemento vibraba y generaba calor. Fue bastante curioso el cómo estos siempre se han acercado cuándo estoy haciendo música. Curiosamente ellos pueden dormir sin mayor problema con mucho ruido de por medio. Incluso cuando se escucha música a altos volúmenes ellos duermen sin mayor problema.
Al parecer la música no les molesta en lo más mínimo a los gatos, me pregunto si quizás ellos la consideren música o algo así. Pero son sonidos que han aprendido a asimilar y hacerlos parte de ellos. Muy cómplices a la hora hacer y crear música.
Claramente, ellos no tienen las capacidades físicas para no tocar ningún instrumento ni nada por el estilo. Pero cabe recalcar que sí resulta muy gracioso verlos como si realmente interpretaran algo para un humano. Con eso, quiero llegar al video que viene incluido en esta edición. Además, ese video se mezcla con lo anterior expuesto en base a que los gatos son unos reyes de las redes sociales.
Video: Un gato músico
He tenido una expedición bastante larga con la música a lo largo de mis años. Aprendí a tocar instrumentos con los años y tuve bandas etc. Es algo a lo que quiero dedicarme profesionalmente, pero esas aspiraciones personales, son para otro momento. Quizás para otro blog jejeje.
Acá lo que nos convoca son los gatos, y estos son bastante curiosos cuando se les presentan instrumentos musicales de por medio. Es cosa de recordar cuando muchos de los que han vivido en mi casa conocieron mis guitarras. Ellos, muy curiosos, de forma inmediata comenzaron a oler las cuerdas. Hasta que tuvieron el valor para tocar una cuerda con sus patas, el resultado fue el haber quedado estupefactos con el sonido.
Más adelante comenzaron a subirse a los amplificadores a tratar de explicarse por qué ese cuadrado elemento vibraba y generaba calor. Fue bastante curioso el cómo estos siempre se han acercado cuándo estoy haciendo música. Curiosamente ellos pueden dormir sin mayor problema con mucho ruido de por medio. Incluso cuando se escucha música a altos volúmenes ellos duermen sin mayor problema.
Al parecer la música no les molesta en lo más mínimo a los gatos, me pregunto si quizás ellos la consideren música o algo así. Pero son sonidos que han aprendido a asimilar y hacerlos parte de ellos. Muy cómplices a la hora hacer y crear música.
Claramente, ellos no tienen las capacidades físicas para no tocar ningún instrumento ni nada por el estilo. Pero cabe recalcar que sí resulta muy gracioso verlos como si realmente interpretaran algo para un humano. Con eso, quiero llegar al video que viene incluido en esta edición. Además, ese video se mezcla con lo anterior expuesto en base a que los gatos son unos reyes de las redes sociales.
Video: Un gato músico
Unos grandes amigos
En esta entrada del blog, quiero compartir un
extracto de una oda de Pablo Neruda. Es la oda al gato. Sentí que era muy adhoc
compartirla mediante este medio. Por el hecho de ratificar más aún más la
estrecha relación que se puede entablar con estas criaturas tan hermosas.
Los animales fueron
imperfectos,
largos de cola, tristes
de cabeza.
Poco a poco se fueron
componiendo,
haciéndose paisaje,
adquiriendo lunares, gracia, vuelo.
El gato,
sólo el gato
apareció completo
y orgulloso:
nació completamente terminado,
camina solo y sabe lo que quiere.
El hombre quiere ser pescado y pájaro,
la serpiente quisiera tener alas,
el perro es un león desorientado,
el ingeniero quiere ser poeta,
la mosca estudia para golondrina,
el poeta trata de imitar la mosca,
pero el gato
quiere ser sólo gato
y todo gato es gato
desde bigote a cola,
desde presentimiento a rata viva,
desde la noche hasta sus ojos de oro.
No hay unidad
como él,
no tienen
la luna ni la flor
tal contextura:
es una sola cosa
como el sol o el topacio,
y la elástica línea en su contorno
firme y sutil es como
la línea de la proa de una nave.
Sus ojos amarillos
dejaron una sola
ranura
para echar las monedas de la noche.
Oh pequeño
emperador sin orbe,
conquistador sin patria,
mínimo tigre de salón, nupcial
sultán del cielo
de las tejas eróticas,
el viento del amor
en la intemperie
reclamas
cuando pasas
y posas
cuatro pies delicados
en el suelo,
oliendo,
desconfiando
de todo lo terrestre,
porque todo
es inmundo
para el inmaculado pie del gato.
Oh fiera independiente
de la casa, arrogante
vestigio de la noche,
perezoso, gimnástico
y ajeno,
profundísimo gato,
policía secreta
de las habitaciones,
insignia
de un
desaparecido terciopelo,
seguramente no hay
enigma
en tu manera,
tal vez no eres misterio,
todo el mundo te sabe y perteneces
al habitante menos misterioso,
tal vez todos lo creen,
todos se creen dueños,
propietarios, tíos
de gatos, compañeros,
colegas,
discípulos o amigos
de su gato.
Yo no.
Yo no suscribo.
Yo no conozco al gato.
Todo lo sé, la vida y su archipiélago,
el mar y la ciudad incalculable,
la botánica,
el gineceo con sus extravíos,
el por y el menos de la matemática,
los embudos volcánicos del mundo,
la cáscara irreal del cocodrilo,
la bondad ignorada del bombero,
el atavismo azul del sacerdote,
pero no puedo descifrar un gato.
Mi razón resbaló en su indiferencia,
sus ojos tienen números de oro.
Video del día: Como muy buenos amigos
Los animales fueron
imperfectos,
largos de cola, tristes
de cabeza.
Poco a poco se fueron
componiendo,
haciéndose paisaje,
adquiriendo lunares, gracia, vuelo.
El gato,
sólo el gato
apareció completo
y orgulloso:
nació completamente terminado,
camina solo y sabe lo que quiere.
El hombre quiere ser pescado y pájaro,
la serpiente quisiera tener alas,
el perro es un león desorientado,
el ingeniero quiere ser poeta,
la mosca estudia para golondrina,
el poeta trata de imitar la mosca,
pero el gato
quiere ser sólo gato
y todo gato es gato
desde bigote a cola,
desde presentimiento a rata viva,
desde la noche hasta sus ojos de oro.
No hay unidad
como él,
no tienen
la luna ni la flor
tal contextura:
es una sola cosa
como el sol o el topacio,
y la elástica línea en su contorno
firme y sutil es como
la línea de la proa de una nave.
Sus ojos amarillos
dejaron una sola
ranura
para echar las monedas de la noche.
Oh pequeño
emperador sin orbe,
conquistador sin patria,
mínimo tigre de salón, nupcial
sultán del cielo
de las tejas eróticas,
el viento del amor
en la intemperie
reclamas
cuando pasas
y posas
cuatro pies delicados
en el suelo,
oliendo,
desconfiando
de todo lo terrestre,
porque todo
es inmundo
para el inmaculado pie del gato.
Oh fiera independiente
de la casa, arrogante
vestigio de la noche,
perezoso, gimnástico
y ajeno,
profundísimo gato,
policía secreta
de las habitaciones,
insignia
de un
desaparecido terciopelo,
seguramente no hay
enigma
en tu manera,
tal vez no eres misterio,
todo el mundo te sabe y perteneces
al habitante menos misterioso,
tal vez todos lo creen,
todos se creen dueños,
propietarios, tíos
de gatos, compañeros,
colegas,
discípulos o amigos
de su gato.
Yo no.
Yo no suscribo.
Yo no conozco al gato.
Todo lo sé, la vida y su archipiélago,
el mar y la ciudad incalculable,
la botánica,
el gineceo con sus extravíos,
el por y el menos de la matemática,
los embudos volcánicos del mundo,
la cáscara irreal del cocodrilo,
la bondad ignorada del bombero,
el atavismo azul del sacerdote,
pero no puedo descifrar un gato.
Mi razón resbaló en su indiferencia,
sus ojos tienen números de oro.
Video del día: Como muy buenos amigos
Más inteligentes de lo que se cree
Los gatos, aparte de ser animales bastante enigmáticos
y misteriosos. Poseen un alto grado de inteligencia. Sobre todo de astucia,
estas criaturas permanentemente persiguen sus intereses y necesidades. Aprenden
desde abrir puertas, hasta pedir que les abran un recipiente que contenga algo
que les guste.
Comúnmente la gente banaliza un poco la astucia de los felinos, siempre se usa mucho el “Más ladrón que gato de campo”. Pero la inteligencia de estos va mucho más allá aún. Incluso con sus afectos son bastante inteligentes. Ellos eligen a quién toman como pertenencia y a quién no. Y esto es por un mero tema de afinidades.
Los felinos comúnmente están en una constante persecución por satisfacer sus necesidades, pecando muchas veces de egoístas o de que simplemente “no pescan”. Yo personalmente valido mucho su postura, incluso la comparto y la practico. Incluso muchas veces siento que tengo una relación muy cercana con los gatos. No los veo como mascotas o como accesorios, tengo una relación de pares con ellos.
Los gatos presentan un grado de inteligencia muy superior al que podría tener un perro quizás. Muchas veces son tildados de ser animales muy elevados. En culturas como la egipcia eran venerados abiertamente, llegando al punto de ser casi intocables.
Esa tendencia de venerarlos está volviendo de apoco, como dije anteriormente, el apoyo de las redes sociales hacía esa figura de “superior” que tiene un gato está masificando un poco el culto que se les rinde un poco a estas curiosas criaturas.
Más que venerarlos, los veo como un par y destaco su grado de inteligencia. En el cuál día a día me sorprenden cada vez más con su astucia. Esta es usada para permanente conseguir lo que buscan. Puede ser desde un poco de cariño o alimento. Muchas veces cuando no pueden resolver algo por si solos, piden ayuda a través sus característicos maullidos.
El video que corresponde ahora, es un jocoso minino que juega con un amigo a adivinar en el famoso juego del “pepito paga doble”. Claramente sin mayores adulteraciones como las que se le aplican a este juego en su versión callejera. Es bastante interesante como se pone a prueba la inteligencia del gato del video, inteligencia claramente entendida en términos humanos por llamarlo de alguna forma. Incluso llama la atención la postura y la tranquilidad en la cual opera y determina sus acciones.
Video: http://www.youtube.com/watch?v=HCEQ2XA7Nl0&feature=youtu.be
Comúnmente la gente banaliza un poco la astucia de los felinos, siempre se usa mucho el “Más ladrón que gato de campo”. Pero la inteligencia de estos va mucho más allá aún. Incluso con sus afectos son bastante inteligentes. Ellos eligen a quién toman como pertenencia y a quién no. Y esto es por un mero tema de afinidades.
Los felinos comúnmente están en una constante persecución por satisfacer sus necesidades, pecando muchas veces de egoístas o de que simplemente “no pescan”. Yo personalmente valido mucho su postura, incluso la comparto y la practico. Incluso muchas veces siento que tengo una relación muy cercana con los gatos. No los veo como mascotas o como accesorios, tengo una relación de pares con ellos.
Los gatos presentan un grado de inteligencia muy superior al que podría tener un perro quizás. Muchas veces son tildados de ser animales muy elevados. En culturas como la egipcia eran venerados abiertamente, llegando al punto de ser casi intocables.
Esa tendencia de venerarlos está volviendo de apoco, como dije anteriormente, el apoyo de las redes sociales hacía esa figura de “superior” que tiene un gato está masificando un poco el culto que se les rinde un poco a estas curiosas criaturas.
Más que venerarlos, los veo como un par y destaco su grado de inteligencia. En el cuál día a día me sorprenden cada vez más con su astucia. Esta es usada para permanente conseguir lo que buscan. Puede ser desde un poco de cariño o alimento. Muchas veces cuando no pueden resolver algo por si solos, piden ayuda a través sus característicos maullidos.
El video que corresponde ahora, es un jocoso minino que juega con un amigo a adivinar en el famoso juego del “pepito paga doble”. Claramente sin mayores adulteraciones como las que se le aplican a este juego en su versión callejera. Es bastante interesante como se pone a prueba la inteligencia del gato del video, inteligencia claramente entendida en términos humanos por llamarlo de alguna forma. Incluso llama la atención la postura y la tranquilidad en la cual opera y determina sus acciones.
Video: http://www.youtube.com/watch?v=HCEQ2XA7Nl0&feature=youtu.be
Reyes de las redes sociales

Estas irrumpieron hace poco tiempo en Chile. La masividad del Facebook y del Twitter es relativamente nueva. Se hablan diversos temas, desde política hasta trivialidades como un programa de televisión. Incluso existen en algunas universidades, hasta especializaciones con respecto a las redes sociales.
Estás, al tener tamaña exposición, dan cabida a todo tipo de ideas. Desde unas muy sofisticadas hasta otras bastante simples, pero no menos interesantes. Y esto ha dado cabida al humor gráfico y al fenómeno de los “Memes”, etc.
Estos son una una nueva tendencia de humor gráfico. Pero sin embargo, aquí han irrumpido estos bigotudos animalitos. Se han tomado de forma indiscriminada las redes sociales y las vertientes de humor gráfico que estas generan.
Llegando al punto de ser de lo más solicitado en redes sociales como Tumblr. Estos seres llaman mucho la atención por ser animales relativamente distantes y enigmáticos. Todos les sacan fotos o producen videos con el fin de descubrir diversas facetas de estos o ponerlos en alguna situación que rompa con su normalidad y así generar risas y “me gusta´s”.
Estos animalitos tan extraños, se han robado el humor gráfico. Está lleno de memes e imágenes audiovisuales con sus diversas facetas. Lo cual me parece excelente por el hecho de que así se masifica un poco más el amor por unos amigos a los cuáles yo aprecio mucho.
En esta edición de mi blog, quiero presentar un video de mi autoría con diversas facetas de estos simpáticos seres. Busqué algunos videos que evidenciaran las diversas expresiones y situaciones cotidianas en las cuáles se desenvuelven los gatos. Por que sea como sea, los animales en su calidad de mascota (No me gusta ese término) siempre son parte del “paisaje” hogareño, algo así como permanentes esclavos de la cotidianidad.
Un caballero muy especial
Aquí contaré la historia de un simpático señor.
Se trata de un personaje de cabellos rubios y ojos amarillos. Este caballero,
llegó cuando era muy joven. Incluso fue contemporáneo a uno de los integrantes
de la familia felina de casa que murió hace un tiempo.
Apareció casi por arte de magia en mi cama. Llegué un día cargado de juerga y me encuentro a este señor encima de esta. Estaba siendo sometido a revisión por el inquilino que en esos tiempos habitaba en mi habitación, otro caballero de orejas grandes y cola.
Comenzó a inspeccionar toda la pieza y jugar con todo lo que colgara de alguna parte, muy propio de los gatos. Miraba para todas partes y se mostraba muy interesado en conocer humanos. No era un tipo cariñoso, pero si gustaba de estar con estos seres que a veces les hacen tanto daño. Es curioso que usualmente se les llame “humanos” y se hable de “humanidad”, siendo que estos mismos olvidan su condición de ser animales también.
Comencé a aplicar todos los cuidados que aprendí de mis anteriores amigos felinos, y se mostró bastante a gusto conmigo. El problema fue que este personaje, tenía tendencia a regalar sus necesidades por todos lados. En donde le pareciera cómodo el vaciaba todo el estanque. Costó mucho que aprendiera a usar su arena.
A lo largo que pasaban los días, iba creciendo y haciéndose muy amigo del patrón de toda la familia de gatos, un gato llamado Bulla. Comenzaron a relacionarse y transformarse en muy buenos amigos. Incluso cuando se vieron en situaciones de riesgo, su amigo Bulla corría a defenderlo o en términos más coloquiales “prestarle ropa”.
Su nombre, Peluzón, fue puesto por uno de los integrantes de la casa. Esto debido al comportamiento del gatito. Este es permanentemente muy desordenado y bueno para andar arriba de los muebles. Es muy juguetón y curioso. Aun así, le caen muy bien los humanos.
Este gatito fue rescatado de la vía pública, él vivía solo arriba de una pandereta. Pero tuvo la suerte de ser uno de los tantos gatos que encuentran una familia que pueda acogerlos. No tiene tanta libertad como el desearía quizás, pero está mucho mejor que en la calle. No está expuesto a malos tratos de parte de ningún humano.
Para graficar aún más la historia de este simpático caballero, presentaré a continuación un video en donde se muestran las actividades diarias y su vida cotidiana junto a los humanos que habitan esta casa. Espero sea del agrado del que visite este sitio.
Apareció casi por arte de magia en mi cama. Llegué un día cargado de juerga y me encuentro a este señor encima de esta. Estaba siendo sometido a revisión por el inquilino que en esos tiempos habitaba en mi habitación, otro caballero de orejas grandes y cola.
Comenzó a inspeccionar toda la pieza y jugar con todo lo que colgara de alguna parte, muy propio de los gatos. Miraba para todas partes y se mostraba muy interesado en conocer humanos. No era un tipo cariñoso, pero si gustaba de estar con estos seres que a veces les hacen tanto daño. Es curioso que usualmente se les llame “humanos” y se hable de “humanidad”, siendo que estos mismos olvidan su condición de ser animales también.
Comencé a aplicar todos los cuidados que aprendí de mis anteriores amigos felinos, y se mostró bastante a gusto conmigo. El problema fue que este personaje, tenía tendencia a regalar sus necesidades por todos lados. En donde le pareciera cómodo el vaciaba todo el estanque. Costó mucho que aprendiera a usar su arena.
A lo largo que pasaban los días, iba creciendo y haciéndose muy amigo del patrón de toda la familia de gatos, un gato llamado Bulla. Comenzaron a relacionarse y transformarse en muy buenos amigos. Incluso cuando se vieron en situaciones de riesgo, su amigo Bulla corría a defenderlo o en términos más coloquiales “prestarle ropa”.
Su nombre, Peluzón, fue puesto por uno de los integrantes de la casa. Esto debido al comportamiento del gatito. Este es permanentemente muy desordenado y bueno para andar arriba de los muebles. Es muy juguetón y curioso. Aun así, le caen muy bien los humanos.
Este gatito fue rescatado de la vía pública, él vivía solo arriba de una pandereta. Pero tuvo la suerte de ser uno de los tantos gatos que encuentran una familia que pueda acogerlos. No tiene tanta libertad como el desearía quizás, pero está mucho mejor que en la calle. No está expuesto a malos tratos de parte de ningún humano.
Para graficar aún más la historia de este simpático caballero, presentaré a continuación un video en donde se muestran las actividades diarias y su vida cotidiana junto a los humanos que habitan esta casa. Espero sea del agrado del que visite este sitio.
Mordelón y Pilsen
Muchas veces se dice que los gatos son criaturas
un tanto hostiles y bastante temperamentales. A lo largo de mi experiencia
gatuna me he dado cuenta de lo agradable que se torna la vida cuando al hogar
llegan estos curiosos seres de orejas puntiagudas.
En casa han llegado de todos los tamaños y colores, desde muy niños hasta un tanto jóvenes. Se partió con la llegada de uno, pero este demostró que los gatos son animales con los cuáles se puede tener una perfecta convivencia. Es un mito eso de lo “traicionero” que son los gatos, es un tema de ignorancia y desinformación.
Los más recientes habitantes del hogar, son dos pequeños felinos llamados Mordelón y Pilsen. Estos fueron encontrados en la vía pública en estado de abandono. Principalmente se divisó uno, pero a los segundos apareció su hermano. Llegaron a casa y se instalaron en el cuarto que ellos eligieron.
Son gatitos bastante obedientes y curiosamente, pese a ser gatos “callejeros”, se comportan como un gato de casa. Es decir, hacen sus necesidades en su arena para gatos sin mayor reparo. No orinan sobre ninguna pertenencia y además no generan mucho pelo suspendido.
Estos simpáticos animalitos en su día a día, permanentemente juegan entre ellos. Saltan arriba de las cosas y gustan mucho de estar con humanos. Suelen robarse pequeñas cosas y llevarlas a una especie de “guarida” que ellos mismos descubrieron.
Pasan su día maullando y comiendo frecuentemente, incluso, se apostan en las ventanas para ver si pueden llamar la atención de algún humano. Les gusta dormir en las partes elevadas o en la cama de algún humano. Preferentemente duermen en una cama cuando esté un humano en ella.
Pese a ser muy pequeños, se comportan como si fueran un gato adulto. Salvo a la hora de dormir con ellos, comienzan a saltar por toda la cama y buscar el inmiscuirse por entre medio de las tapas. Como todo gato, les gustan mucho los lugares de difícil acceso.
Estos chiquitines son gatos bastante agraciados físicamente hablando y son muy parecidos entre ellos. Al punto de muchas cuando la luminosidad es poca, se puede confundir uno con respecto a cuál es cuál.
Personalmente considero que tener gatos bebés es una experiencia enriquecedora en la cuál se aprende mucho. Es como crecer junto a un amigo, muchos podrán extrañarse del pensar que pueden ser “amigos de un animal”. Se aprende a tolerar y tener paciencia. Por el simple hecho de que podrán ser muy juguetones y a veces hacen perder la paciencia. Pero nunca se debe olvidar que finalmente se está tratando con unos niños.
En casa han llegado de todos los tamaños y colores, desde muy niños hasta un tanto jóvenes. Se partió con la llegada de uno, pero este demostró que los gatos son animales con los cuáles se puede tener una perfecta convivencia. Es un mito eso de lo “traicionero” que son los gatos, es un tema de ignorancia y desinformación.
Los más recientes habitantes del hogar, son dos pequeños felinos llamados Mordelón y Pilsen. Estos fueron encontrados en la vía pública en estado de abandono. Principalmente se divisó uno, pero a los segundos apareció su hermano. Llegaron a casa y se instalaron en el cuarto que ellos eligieron.
Son gatitos bastante obedientes y curiosamente, pese a ser gatos “callejeros”, se comportan como un gato de casa. Es decir, hacen sus necesidades en su arena para gatos sin mayor reparo. No orinan sobre ninguna pertenencia y además no generan mucho pelo suspendido.
Estos simpáticos animalitos en su día a día, permanentemente juegan entre ellos. Saltan arriba de las cosas y gustan mucho de estar con humanos. Suelen robarse pequeñas cosas y llevarlas a una especie de “guarida” que ellos mismos descubrieron.
Pasan su día maullando y comiendo frecuentemente, incluso, se apostan en las ventanas para ver si pueden llamar la atención de algún humano. Les gusta dormir en las partes elevadas o en la cama de algún humano. Preferentemente duermen en una cama cuando esté un humano en ella.
Pese a ser muy pequeños, se comportan como si fueran un gato adulto. Salvo a la hora de dormir con ellos, comienzan a saltar por toda la cama y buscar el inmiscuirse por entre medio de las tapas. Como todo gato, les gustan mucho los lugares de difícil acceso.
Estos chiquitines son gatos bastante agraciados físicamente hablando y son muy parecidos entre ellos. Al punto de muchas cuando la luminosidad es poca, se puede confundir uno con respecto a cuál es cuál.
Personalmente considero que tener gatos bebés es una experiencia enriquecedora en la cuál se aprende mucho. Es como crecer junto a un amigo, muchos podrán extrañarse del pensar que pueden ser “amigos de un animal”. Se aprende a tolerar y tener paciencia. Por el simple hecho de que podrán ser muy juguetones y a veces hacen perder la paciencia. Pero nunca se debe olvidar que finalmente se está tratando con unos niños.
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